Si bien no hubo anuncio oficial, la designación se produjo en los días en los que Ford cumplió 110 años de presencia en el país. Primera automotriz que se radicó en la Argentina, la filial, creada 10 años después de que Henry Ford fundó su empresa, fue la tercera subsidiaria del óvalo fuera de los Estados Unidos y la primera en América del Sur. Hoy, es el único país de la región donde el óvalo tiene planta.
Al menos, inicialmente, Galdeano, que en noviembre dejó la presidencia de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa) después de dos mandatos, estará basado en su recientemente renovada oficina de General Pacheco. Es la primera vez en décadas – al menos, desde la disolución de Autolatina, a inicios de los ’90 – que el centro de decisiones de Ford en América del Sur está en la Argentina y no en Brasil.
El nombramiento también refleja la actualidad de la empresa en la región. Sobre todo, después del giro estratégico que definió en 2020, por el cual Ford decidió salir del negocio de autos y camiones, y focalizarse como productor de vehículos comerciales, pick-ups y utilitarios deportivos.
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Eso significó la drástica decisión de cerrar todas sus fábricas en Brasil a inicios de 2021, justo el año del centenario desde que empezó a fabricar vehículos en el que era su mayor mercado de la región. Fue un paso inevitable, entre las estériles gestiones por prorrogar beneficios fiscales con los que contaba en ese país y el volantazo del entonces recién asumido CEO global, Jim Farley . Así, Ford bajó la palanca de las líneas de montaje de Ka, Fiesta y EcoSport, los modelos que aportaban dos tercios de sus ventas en la región. A fines de 2019, ya había discontinuado al Focus, sedán que se hacía en la Argentina desde su primera generación (2001) .
Un par de meses antes de anunciar el cierre de Brasil, Farley – nacido en la Argentina, donde vivió hasta los 5 años – le había dado luz verde a los u$s 580 millones para producir en Pacheco la nueva generación de la pick-up Ranger. Fue el mayor desembolso en la planta desde su construcción, a inicios de los ’60. Pese al shutdown industrial, Farley mantuvo la presidencia Ford Sudamérica en Brasil, donde, además del management regional, conservó una centro de desarrollo y diseño.
Hijo de un ex alto ejecutivo de Ford en el país -Eduardo, quien trabajó 35 años en la empresa-, Galdeano entró a Pacheco en 1998, como pasante de Tesorería. Ejerció posiciones de liderazgo en América del Sur, los Estados Unidos y Europa, previo a su retorno al país en 2015 como CFO del entonces Ford South Group, que incluía a la Argentina, Uruguay y el Paraguay.
En junio de 2020, fue promovido a CEO en el país. El 5 de diciembre de ese año, visitó a Alberto Fernández en Olivos para anunciarle la inversión en la nueva Ranger. El desembolso implicó hacer la planta de Pacheco, prácticamente, a nuevo. Como parte de ese proyecto, Galdeano consiguió el año pasado otros u$s 60 millones para radicar una planta de motores. Prevé finalizarla este año.
En junio, Ford culminó los dos años y medio de inversión de u$s 580 millones para lanzar la nueva Ranger. Tras el cierre de plantas en Brasil, pasó a ser el modelo emblema del óvalo en la región, con el 60% de las ventas de la marca en América latina.
Galdeano asumió en octubre de 2021 la presidencia de Adefa. Sus dos mandatos (2021/22 y 2022/23) estuvieron signados por el desafío de la industria automotriz para sostener la producción del sector entre la falta de dólares e insumos, y la acumulación de deudas de las terminales con sus casas matrices y proveedores del exterior. Cultor de la prudencia, apeló a la inteligencia emocional -en vez del reclamo público- para encontrar soluciones. Por ejemplo, que el Gobierno priorizara las importaciones de insumos para fabricar vehículos destinados a exportación. Las automotrices, cambio, privilegiaron los dólares para piezas -propias y de proveedores locales- en vez de autos importados .
Galdeano dejó la oficina de Adefa, con vista al Teatro Colón, en noviembre. Poco antes, en junio, también había marcado otro hito. Puso en marcha la línea de producción de la nueva Ranger. Fue la culminación de dos años y medio de intensa labor. Un proyecto tan ambicioso como riesgoso -en extremo- en un contexto como el de la Argentina de esos tiempos. Con el 60% de las ventas de Ford en América latina, Ranger es el nuevo producto emblema de la “Raza Fuerte” en la región . La filial, además, tiene intenciones -y posibilidades- concretas de volver a hacer cumbre en el Everest, con la asignación de un segundo modelo para Pacheco. Por lo pronto, su hoja de ruta es elevar de 59.000 a 63.000 unidades anuales la producción de Ranger entre 2024 y 2027. Después de la inversión, Pacheco tiene capacidad para 140.000 vehículos por año.
Fuente: https://www.cronista.com/