El tobillo de Diego quedó casi destruído, pero en poco más de tres meses otra vez volvió a pisar una cancha de fútbol / Foto: Prensa.
Maradona y Menotti en el “Barsa” ganaron varios títulos de Copa, pero no la Liga ni la Champions / Foto: AFP.
Una postal del fútbol de Diego en Barcelona, donde desplegó toda su magia pero con mala suerte.
Ni 106 días de abstinencia de fútbolquien -cuatro décadas atrás- seguía exhibiendo sus atributos para ser considerado el mejor futbolista del mundo.el 10 del Barcelona volvía a calzarse los pantalones cortos y encarrilaba la victoria del equipo del DT César Luis Menotti sobre Sevilla por 3-1, por una nueva fecha de la Liga española.El astro argentino,anotó a los 17 minutos del primer tiempo y a los 23m. del segundo, respectivamente. Y asistió a Marcos (padre del también futbolista Marcos Alonso) en el tanto restante. El descuento de los andaluces fue obra de Montero.Las penurias de Diego en su estadía en el Barcelona,una vez concluido el Mundial de ese año, comenzaron rápidamente.En ese lapso, Maradona faltó a 14 encuentros de Liga y a la ronda eliminatoria de la Recopa Europea, donde el DT alemán Udo Lattek no consiguió el objetivo y resultó despedido. La dirigencia del club catalán apostó al arribo del “Flaco” Menotti, quien dirigía al 10 en el seleccionado argentino.Tras la conquista en mayo del ’83 del título de la Copa del Rey en Zaragoza, luego de un ajustado 2-1 sobre Real Madrid, el equipo del Barcelona obtuvo otro galardón con la denominada Copa de la Liga. También se impuso al clásico adversario, por 4-3 en la eliminatoria final (2-2 y 2-1, sucesivamente), con dos goles de Maradona en la instancia definitiva.Un mes más tarde, el equipo blaugrana logró el tercer título de la temporada, al cosechar la Supercopa española, con un triunfo 3-2 sobre Athletic Bilbao.El 24 de septiembre de 1983, en un cotejo por la cuarta fecha de la competencia liguera, Barcelona no halló oposición alguna para demoler al campeón vigente, Athletic Bilbao, por 4-0.Pero el contundente éxito pasó a un segundo plano, porque al promediar el segundo tiempo,fractura del maléolo peroneal del tobillo izquierdo, con desviación y arrancamiento del ligamento lateral interno con desgarro.La severidad de la lesión obligó al doctor Carlos Bestit, junto a su colega González Adrio, a tomar rápidamente la decisión de”Se estima una baja de cuatro meses” pronosticó por aquellos días el doctor Bestit, una vez concretada la operación.El clima beligerante en declaraciones no hizo más que salir a la luz en las horas subsiguientes al partido. Así, Menotti reflejaba que “deberá morirse alguien (en cancha) para que cambien las cosas”, mientras que su colega del Bilbao, Javier Clemente, abandonó el Camp Nou emitiendo una desafiante frase:Goikoetxea apenas recibió tarjeta amarilla por aquella infracción, pero el Comité Disciplinario de la Liga le aplicó una sanción de 18 partidos por la artera falta. Luego, el castigo se redujo a 10 cotejos.Maradona inició la recuperación y, más rápido de lo previsto (todo un símbolo a lo largo de su trayectoria como jugador), reapareció en un Barcelona que lo necesitaba para pelear los primeros puestos de la competencia.Así se alistó en el comienzo del ’84, cuando Menotti resolvió que la alineación titular del Barcelona contemplara a Urruti; Julio Alberto, Alexanko, Migueli y Sánchez; Bernd Schuster, Periko Alonso y Víctor; Marcos, Francisco Carrasco y Maradona., mientras el Camp Nou lo ovacionaba y lo distinguía por su notable regreso.