Elon Musk, CEO de Tesla y SpaceX, ha llamado la atención no solo por sus innovaciones tecnológicas y visiones empresariales, sino también por sus comportamientos erráticos que, según informes de ejecutivos y miembros de junta de sus empresas revelados por The Wall Street Journal, podrían estar influenciados por el consumo recurrente de drogas, poniendo en riesgo no solo su salud sino también el futuro de sus compañías y miles de millones en activos.
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Fuentes cercanas al magnate señalaron a WSJ que Musk, de 52 años, habría hecho uso de drogas como LSD, cocaína, éxtasis, hongos psicodélicos y ketamina, a menudo en fiestas privadas, donde los asistentes firman acuerdos de confidencialidad o ceden sus teléfonos para entrar, según reveló el medio citando como fuentes personas que han sido testigos de su consumo de drogas pero sin identificarlas con nombre y apellido.
“En 2018, por ejemplo, tomó varias pastillas de ácido en una fiesta que organizó en Los Ángeles. Al año siguiente, estuvo de fiesta con hongos mágicos en un evento en México. En 2021, tomó ketamina de forma recreativa con su hermano, Kimbal Musk, en Miami en una fiesta en casa durante Art Basel. Ha consumido drogas ilegales con el actual miembro de la junta directiva de SpaceX y Tesla, Steve Jurvetson”, asegura el medio.
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Su presunto consumo continuaría, reseña el medio, especialmente el de ketamina, lo que ha provocado preocupación por las posibles secuelas en su bienestar y en los negocios que dirige, los cuales incluyen también a The Boring Company, Neuralink y una nueva compañía de inteligencia artificial.
Según Alex Spiro, abogado de Musk, el ejecutivo se somete regularmente a pruebas de drogas en SpaceX y nunca ha arrojado un resultado positivo. No obstante, algunos incidentes pasados, como su aparición fumando marihuana en el programa de Joe Rogan y menciones a la empresa SpaceX con un lenguaje vulgar, han intensificado las dudas sobre su sobriedad en momentos clave.
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A esto se suma el hecho de que SpaceX es la única compañía estadounidense aprobada actualmente para transportar astronautas de NASA a la Estación Espacial Internacional, y que tiene contratos por más de 14 mil millones de dólares con el gobierno de los EEUU para misiones espaciales civiles y militares. Las políticas federales podrían verse comprometidas si el uso de drogas ilegales por parte de Musk se confirmase, lo que podría poner en peligro dichos contratos y las inversiones de los accionistas. “Musk es intrínseco al valor de sus empresas, poniendo potencialmente en riesgo alrededor de 1 billón de dólares en activos en manos de inversores, decenas de miles de empleos y gran parte del programa espacial estadounidense”, alerta el artículo.
El comportamiento de Musk en ocasiones ha generado reacciones diversas dentro de las juntas directivas de sus empresas. Linda Johnson Rice, exdirectora de Tesla, decidió no presentarse a la reelección en 2019 debido a la frustración causada por la actitud volátil del CEO y su alusión a las drogas.
Entre las preocupaciones se encuentra la correlación entre su comportamiento inusual y el posible uso de drogas, lo que ha sido un tema delicado para los directores de las compañías de Musk, ya que algunos de ellos son amigos cercanos y han asistido a eventos donde se consumen drogas, como el festival Burning Man.
Musk ha hablado abiertamente sobre su salud mental y ha admitido en varias ocasiones su falta de sueño y el trabajo constante, pero en declaraciones a un libro autorizado negó el consumo de drogas ilegales y atribuyó ciertas actitudes a desafíos de salud mental no diagnosticados. De hecho, cuando presentó “Saturday Night Live” en 2021, dijo que tenía Asperger, una forma de autismo.
En la mayoría de las empresas, los miembros de la junta directiva no están obligados a investigar a un ejecutivo por uso de drogas, pero a menudo toman medidas si creen que está afectando el negocio, detalla e WSJ. En 2020, recuerda el medio, el abuso de ketamina por parte del ex director ejecutivo de Zappos, Tony Hsieh, finalmente provocó que los ejecutivos de la empresa matriz de la empresa de calzado, Amazon, intervinieran. Le dieron un par de meses para arreglar sus cosas y, cuando no pudo hacerlo, renunció.
Hsieh quedó atrapado en el incendio de una casa mientras estaba bajo los efectos del alcohol a finales de 2020 y luego murió a causa de sus heridas.
El debate sobre la disposición de los directores a intervenir en la vida personal de ejecutivos sigue siendo un tema sensible en el ámbito corporativo, especialmente cuando las acciones personales pueden tener un impacto significativo en las decisiones de negocio. Por ahora, las empresas bajo la administración de Musk han mantenido una tendencia positiva, con un crecimiento notable en el valor de las acciones de Tesla y el incremento de ingresos en SpaceX, lo que ha llevado a algunos inversores a pasar por alto estas preocupaciones.