Hace 8 años atrás la editorial de Indicadores de Coyuntura de FIEL se titulaba “Cambio de rumbo” y estaba a la espera de un nuevo gobierno que ponía fin a 12 años de fuerte intervencionismo económico. El enfoque cauteloso que prevalecía en ese momento se resumía del siguiente modo en el párrafo inicial: “Más allá de cuáles sean las medidas específicas que se adopten a partir del 10 de diciembre, resulta claro que desde ese día hay en la Argentina un cambio notorio en el modo de hacer política, respecto de lo ocurrido en los últimos 12 años. Ese cambio puede o no satisfacer las aspiraciones de los argentinos en materia de políticas específicas, pero no parece haber dudas de que, en cualquier caso, se volverán a instalar métodos republicanos y transparentes en el manejo de la cosa pública. Ese es un cambio que desde FIEL celebramos”.
Te puede interesar: ¿Argentina podría resultar “otra Australia”?
Hoy podemos decir que el resultado de la segunda vuelta electoral del 19 de noviembre de 2023 da espacio a mucho más que un cambio de rumbo. Constituye el inicio de lo que puede ser un drástico cambio de régimen económico, como no se había visto nunca en la Argentina.
Más allá de las incertidumbres o probabilidades de formato de numerosas configuraciones sectoriales de la organización económica y social, el shock electoral de noviembre pasado deja un mandato para que el gobierno electo avance en producir un “big bang” del tamaño equivalente al ocurrido a comienzos de la década de 1990, si no mucho mayor.
La imagen, en medio de tantas incertidumbres y desprolijidades que se vieron estos días y que se van a ver en adelante, asemeja a la que ocurre cuando una gota de líquido de color entra en un vaso con agua. La dinámica de las partículas de la gota será desordenada o aleatoria, pero las propiedades finales van a ser tales que el líquido del vaso va a cambiar de color. Esta propiedad de “entropía” que tiene mucho de lo que vemos hoy es, sin duda, incierta y está condicionada a muchos interrogantes que alimentan un posible y próximo desequilibrio político y social. Pero el hecho de que el proceso comenzó lo vuelve único e irreversible. La Argentina va camino a ser otra a apenas días de haber cumplido 4 décadas de democracia continua.
La imagen, en medio de tantas incertidumbres y desprolijidades que se vieron estos días y que se van a ver en adelante, asemeja a la que ocurre cuando una gota de líquido de color entra en un vaso con agua
Son muchos los niveles de análisis y dimensiones que los economistas de FIEL vemos ahora sobre la mesa. De lo general a lo particular, va a cambiar la “visión” de la Argentina, van a cambiar las instituciones, van a cambiar las políticas y ciertamente van a cambiar los instrumentos.
En esta clasificación resulta fundamental que el nuevo gobierno, que quiere inaugurar una nueva era, sepa encontrar el orden jerárquico apropiado al diagnóstico prevaleciente.
Existe un conjunto de prioridades para enfrentar lo que viene que ponen el acento en los temas de equilibrio fiscal y reformas estructurales
Para nosotros, existe un conjunto de prioridades para enfrentar lo que viene que ponen el acento en los temas de equilibrio fiscal y reformas estructurales que FIEL y sus economistas ha venido bregando a lo largo de los 60 años que se cumplen el año que viene y en especial en aquellos años en donde hubo que tener temple para enfrentar un debate condicionado por juicios y persecuciones.
Ahora es el momento de poner todo el esfuerzo y calidad profesional para que este “big bang” resulte duradero.
El autor es Economista Jefe de FIEL. La columna fue publicada en Indicadores de Coyuntura 658, diciembre 2023