El presidente Javier Milei quebró la rutina diaria y, en lugar de trasladarse a Casa Rosada para llegar antes de las 8 y recluirse en sus despachos, se trasladó a su casa ubicada en el barrio residencial “Valle Claro”, ubicado en la ciudad de Benavídez. Sus intenciones fueron ultimar los detalles para la mudanza a la Quinta de Olivos que, según estiman desde su entorno, “no pasa de la semana que viene”.
La demora de la mudanza a la Residencia Presidencial obedeció al faltante de materiales para la construcción de las paredes de los caniles que ordenó para alojar a sus cuatro perros mastines.
El mandatario debió demorar su salida del Hotel Libertador por una protesta de Barrios de Pie: luego, a las 9.30, inició camino en camioneta hacia su antiguo hogar. Allí, visitó a “sus hijitos de cuatro patas” que aguardan bajo el cuidado de una persona encargada.
Luego, pasado el mediodía ingresó a Casa Rosada, y según fuentes de Gobierno, volverá al Libertador para después trasladarse al Aeroparque Metropolitano “Jorge Newbery” y emprender su viaje a Santa Cruz, donde será recibido por el gobernador local, Claudio Vidal.
A las 17, en un avión militar, la delegación presidencial compuesta por el jefe de Estado y los ministros Luis Petri (Defensa), Guillermo Francos (Interior), a la que se sumará Diana Mondino (Relaciones Exteriores y Culto) viajará a Santa Cruz: el sábado a primera hora emprenderán vuelo con destino a la Base Marambio, en la Antártida Argentina.
La secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, también acompañará al mandatario en sus actividades previstas en el Continente Blanco