Puerto Yeruá, Nueva Escocia y Pueblo Liebig, las tres “perlas del Caribe entrerriano”

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La playa de Pueblo Liebig ya es muy conocida fuera de Entre Ríos. (Prensa)

Puerto Yeruá

Las aguas del Uruguay invitan a la práctica de deportes acuáticos. (Prensa)

La entrada de Puerto Yeruá, a pocos kilómetros al sur de Concordia. (Prensa)

Nueva Escocia

Nueva Escocia es la nueva joya entrerriana. (Prensa)

Pueblo Liebig

El “corned beef” hizo famoso a Pueblo Liebig. (Prensa)

Pueblo Liebig, playa e historia VER VIDEO

Entre playas de aguas mansas y claras, el arrullo incesante de aves y la cadencia propia de los pueblitos litoraleños,que, pese a pasar desapercibidas en los destinos turísticos tradicionales, invitan a desconectar del vértigo urbano y zambullirse al descanso propio delTres son los atractivos que voceros de esas localidades coinciden en destacar a la hora de acoger a viajeros y turistas: un sosiego a prueba de la neurosis citadina; una naturaleza exuberante, presente en el verdor de sus plantas y en la diversidad de su fauna; una historia cuya fuerte vinculación conllega a remontarse a décadas previas al proceso independentista.Está ubicado en el noreste de Entre Ríos, próximo a la Ruta Nacional 14, desde donde se accede por un camino de unos 18 kilómetros arropado por frondosos ceibos, regados por el arroyo, a los que se suma la paleta de verdes de la vegetación local, el multicolor de las flores silvestres y la pastura de vacas, ovejas y caballos. En Puerto Yeruá , a orillas del agua, elimpone presencia, aunque las garzas, los patos siriríes y las gallaretas, tan típicas como él, también llaman la atención del forastero cuando despliegan sus alas en busca de otros cielos.”Nuestro diferencial respecto a los destinos más grandes y populosos es la tranquilidad. Brindamos una suerte de ‘descontractura mental'”, se ufana, que se encuentra a 265 kilómetros de Paraná y a 40 al sur de Concordia., entre otras especies; talleres orientados a niños -esta temporada son realizados en la plaza principal del pueblo-; eventos deportivos terrestres y acuáticos; acampar o pasar el día en el camping municipal y sus playas junto al Uruguay constituyen las propuestas centrales del pueblo entrerriano, aunque en la actual temporada el uso de ambos sectores está disminuido a consecuencia de la creciente de ese río que afectó a esa y otras áreas tiempo atrás.”El paisaje natural, con su enorme y variada arboleda y la hermosura de esta franja del río, son únicos”, pondera Boni, quien destaca aal que está a punto de devolver al río, como síntesis de la intención de los puertoyeruenses de invitar a sus visitantes a proteger el hábitat de sus anfitriones.La Capilla San Isidro Labrador, el Museo Eclesiástico Costumbrista, la Plaza Quirno Costa, el Paseo de la Independencia y añejas casonas -entre ellas, el hotel colonial- se presentan como opciones para disfrutar al caer del día y adentrarse en la historia e idiosincrasia locales.A unos 13 kilómetros al sur -18 por carretera-, está, con sus amplias playas de arenas, sus aguas cristalinas a quienes propios y extraños procuran comparar con las dely un entorno campestre, poblado de árboles añosos. “Somos conocidos por el camping, la playa y toda la naturaleza que nos rodea. Quienes nos eligen lo hacen atraídos por la tranquilidad y seguridad, al punto que por ejemplo los niños pueden andar solos por la calle”, señala, aldea cuyo origen -y nombre- data de fines del siglo XIX, cuando su primer poblador, el escocés William Shand, arribó con la intención de iniciar una nueva vida en América e inauguró una fábrica de cerámicas.Escaparse de las multitudes y del bullicio; retozar en las playas, nadar en el río y avistar aves; compartir asados, rondas de mates y todo tipo de deportes, suelen ser los “llamadores” de quienes eligen a Nueva Escocia sobre otras propuestas de la costa este entrerriana. Y hay otro mencionado por Álvarez:Al igual que acontece en Puerto Yeruá, las instalaciones del camping de Nueva Escocia se vieron afectadas por la creciente del río, por lo cual -y al momento- los viajeros podrán disfrutar de la playa, pero deberán hospedarse en los complejos de cabañas y los departamentos de alquiler.Otros atractivos turísticos del lugar son la antigua chimenea de la fábrica de cerámicas;; la Capilla Nuestra Señora De La Merced; la plaza principal y un caserío de época.”Es un museo a cielo abierto, con solo llegar acá ya se respira historia, la arquitectura única hace de nuestro pueblo un lugar mágico y, al estar a la vera del Uruguay, tiene esas playas de arena blanca tan características de nuestro río y los bancos de arena del Caraballo, considerado como ‘el Caribe entrerriano'”, relata Diego Quarroz, secretario de Turismo de Pueblo Liebig , localidad ubicada en el centro este deLa denominación del lugar se debe al creador de la fórmula para la elaboración del extracto de carne,, que era exportada a diversos países y dio sustento a la región durante setenta años.Además de disfrutar el río Uruguay y su entorno, quienes vayan a Pueblo Liebig podrán sumergirse en el pasado y revivir las épocas de esplendor del pueblo -y de una Argentina industrial-, al caminar por, el lugar por donde ingresaba el ganado hacia la fábrica de Von Liebig y el cual dividía al pueblo en dos sectores bien definidos: “el pueblo”, donde se ubicaban las viviendas de los obreros, los comercios, la escuela y la capilla, entre otros, y “los chalets”, habitados por gerentes y otros empleados jerárquicos., pesca deportiva, deportes terrestres, tiene infraestructura -al igual que Puerto Yeruá- para recibir a personas con discapacidades yQuarroz destaca la tranquilidad y seguridad que ofrece Pueblo Liebig a sus visitantes: “Aquí la gente toma mate sentada en la vereda, los niños juegan en la calle y se puede andar en bici y dejarla tirada que no pasa nada. Nadie toca lo que no es suyo”.

Fuente: https://www.telam.com.ar/economia